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sábado, 2 de julio de 2011

La historia de Nipper

Nipper es el nombre del perro que aparece frente al gramófono en el logo de varias compañías discográficas relacionadas con RCA. Os prometí que os contaría su historia y aquí está.
Nipper frente al gramófono en una de las versiones más conocidas del logo
Nipper nació en Bristol (Inglaterra) en 1884 y su dueño le dio este nombre por su propensión a morder a los extraños en las piernas.  ¡Quién lo diría, con esa carita de angelito! En 1887 muere su dueño, Mark Barraud,  y su hermano menor Francis -un pintor poco conocido- lo toma a su cuidado y se traslada con él a Liverpool donde el terrier conoce el fonógrado, un dispositivo capaz de grabar voces y sonidos en un cilindro de cera y de reproducirlos posteriormente.

La expresión de sorpresa de Nipper tratando averiguar la procedencia de las palabras que fluían de la bocina del artefacto inspiraron a Francis quien en 1998, tres años después de la muerte de su fiel compañero termina un óleo que inicialmente, en un arranque de originalidad, titula "Perro mirando y escuchando un fonógrafo". Poco después, superándose a sí mismo decidió renombralo como "La voz de su amo".

Versión original de la pintura de Francis Barraud de 1998, en la que podemos ver el fonógrafo con su cilindro de cera

Tan orgulloso estaba Francis con su obra que se la ofreció sucesivamente a la Royal Academy, a varias revistas y a la Edison Bell destacado fabricante del invento. Con unos argumentos u otros todos declinan adquirir el óleo. Es por entonces cuando sus amigos le recomiendan que cambie el color negro de la bocina por un dorado más alegre y del gusto de la las gentes de la época. Ni corto ni perezoso allá que se lanza nuestro héroe a mejorar la obra en aras, todo sea dicho, de incrementar su valor comercial. El único inconveniente es que tenía que hacerse con una bocina dorada, pero Francis, que ya sabemos que no es hombre que se arredrase fácilmente, se presenta en la Gramophone Company con el cuadro a cuestas a pedir que le presten un Gramófono "por la patilla".

La suerte quiere que el  gerente de la compañía se interese por el cuadro y le propone comprárselo a condición de que sustituya no solo la bocina sino todo aquel cacharro de la competencia por uno de los modernos Gramófonos que su compañía trataba de popularizar. El hambre, que obra maravillas entre los pintores de 2ª división, le lleva a acceder sin pensárselo y se pone manos a la obra con la nueva "release" de la obra que habría de inmortalizarle definitivamente.

Versión 2.0 de His Master's Voice.

Lo de cambiar el fonógrafo por un gramófono lo solucionó en un decir amén y ello le supuso ingresar 50 libras esterlinas por el cuadro y otras tantas por los derechos de autor. En 1900 la compañía incorpora el cuadro a sus señas de identidad corporativa, pero no es hasta 1907 cuando se decide a adoptar también el título "His Master's Voice" como lema de la compañía.

La fortuna, tan esquiva en tantos trances de la vida vuelve a sonreír a Barraud que recibe el encargo de pintar hasta 24 réplicas de su obra maestra, lo que le permitió empezar a vivir un poco más holgadamente. De su muerte, sucedida en 1924, sacaron tajada otros pintores de la época que se dedicaron a pintar nuevas copias hasta el final de la década. Lo que sucedió después es que aquella imagen se convirtió en el icono de una industria y de una época.

Si te ha interesado la historia, quiero que sepas que la he compuesto a partir de varias fuentes de Internet y que si quieres ver objetos, tiras cómicas, postales y todo lo que tenga que ver con este icono, puedes visitar la página de Nipper Art. No he podido resistirme a reproducir esta muestra.

Hasta pronto.



2 comentarios:

  1. Que historia tan interesante, Paco! Es increíble la de vueltas que da la vida, el éxito se consigue a base de superar obstáculos y de seguir insistiendo , cueste lo que cueste....

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  2. El paradigma del individuo "inasequible al desaliento". Un dato importante es que cuando el amigo Barraud iba llamando a todas las puertas con el cuadro debajo del brazo, debía andar por los 70 años.

    Gracias por tu comentario.

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